El proyecto se dirigió al desarrollo de un lenguaje sencillo que abarcara las expectativas de un usuario de carácter imaginativo y amante de las experiencias reflexivas. El estilo visual que se definió para el grupo, se basó en un diseño poco cargado que reflejara el Jazz con influencia de la región del pacífico colombiano, sin caer en la estética regional.
Se Presentó una propuesta basada en un estilo gráfico que venía desarrollando un par de años atrás, con la influencia de los ornamentos prehispánicos colombianos y la cosmovisión chamánica. Fue ahí cuando nació el arte del primer disco “La Rana”; luego de hacer diversas pruebas de taller con preparaciones manuales de tinta y herramientas caligráficas, se logró la estética final.
En el momento del segundo fonograma “El Canto del Buho”, se mantuvo conexión con el primer disco y se usó una estética más cálida para representar el concepto de trascendencia que contiene el trabajo. En este caso se presenta la inmersión en el vuelo chamánico, mundo onírico donde el sacerdote se recubre de poder, se conecta con la animalidad y visita los mundos paralelos.